En este artículo de correspondencia, del pasado 13 de marzo, publicado en The Lancet, plantea que, dado que se está observando que la respuesta inflamatoria con un «síndrome por tormenta de citoquinas» puede ser un factor más para desarrollar las formas más graves de la enfermedad.
Comenta que la presencia de la linfohistiocitosis hemofagocítica secundaria (sHLH) es un síndrome grave, que suele condicionar fracaso multiorgánico, e infradiagnosticado, está caracterizado por una elevación muy marcada de citoquinas. Aparece en el 3,7 a 4,3% de los casos de sepsis, y comunmente se inicia tras una infección viral. La sHLH cursa con fiebre recurrente, citopenias, hiperferritinemia, citopenias y SDRA (en el 50% de los casos).
En las series de casos de COVID-19 se ha descrito un aumento de múltiples mediadores inflamatorios (IL-2, IL-7, TNF alfa, etc).
El autor plantea la realización del HScore para identificar el pacientes en los cuáles la inmunosupresión (esteroides, inmunoglobulinas, bloqueadores de citokinas, etc) puede disminuir la mortalidad. Si bien es cierto, estas terapias están ya incluidas en los protocolos actuales para el manejo de los pacientes con clínica grave de COVID-19.
En el artículo dejan un link a una página con el HScore para realizar online. Comenta que valores mayores a 169 puntos tienen una sensibilidad del 93% y 86% de especificidad para el diagnóstico de HLH.